12 beneficios esenciales de la educación infantil.
La educación infantil es mucho más que jugar. Si bien los beneficios educativos básicos del preescolar (como la lectoescritura y la aritmética) son tangibles, los avances que los niños logran para convertirse en individuos completos son realmente importantes.
La educación infantil trata de perfeccionar y moldear al niño integral, que eventualmente formará la base de su viaje por la vida.
A partir de mi experiencia profesional de más de 40 años como profesora de infantil, además de ser dueña y directora de una escuela infantil, he identificado 12 beneficios esenciales de la educación en la primera infancia:
1. Socialización
La socialización con personas que no sean la familia del niño es un elemento fundamental. Es importante que los niños se relacionen con otros niños, y apoyar su transición a sus propios grupos de amistad. Cuanto antes hagamos esto mejor, ya que ayuda a los niños a superar la timidez y ganar confianza en sí mismos. Si se deja esto de lado demasiado tiempo, se obstaculiza su desarrollo social.
2. Concepto de cooperación
Aprender a compartir, cooperar, turnarse y perseverar en un entorno de aprendizaje seguro, guiado por profesionales que se preocupan por los mejores intereses de los niños.
Esto es especialmente importante para el primer niño, que puede no estar acostumbrado a compartir con sus hermanos en casa. Aunque puede ser una lección difícil, es muy importante aprenderlo temprano.
3. Desarrollo holístico
Es el enfoque adoptado para construir una base sólida para el desarrollo emocional, social, físico y mental del niño, que lo preparará para toda la vida. Los profesores están capacitados para identificar áreas donde se necesita apoyo para cada niño, y para desarrollar programas y actividades en torno a estos. Sus compañeros también son extremadamente importantes en este sentido, ya que los preescolares suelen ser útiles, cooperativos e inclusivos.
4. Entusiasmo por el aprendizaje permanente
Una escuela infantil introduce al niño a un mundo más amplio. Las lecciones se deben dar de una manera divertida y emocionante que motive a los niños a ser aprendices efectivos. Necesitamos inspirar las ganas de aprender con entusiasmo. El amor por la educación, la lectura, la música, el aprendizaje, el descubrimiento y la naturaleza se arraiga en la etapa infantil.
5. Transmitir el valor de la educación a través de la experiencia
Comprendiendo el valor del aprendizaje y la educación dando un ejemplo como modelos a seguir y proporcionando experiencias reales.
Si bien los padres siempre serán la influencia más importante en los primeros años de vida de un niño, presentarlos a un ambiente preescolar les brinda una nueva perspectiva sobre la importancia de la educación que les acompañará durante su viaje escolar. También demuestra que valoras mucho su educación.
6. Respeto
Enseñar el valor del respeto por los demás. Esto no se limita a las personas y las pertenencias, sino que también puede significar el respeto por su entorno, tanto inmediato como global. No hay mejor lugar para aprender esta virtud que en un entorno preescolar agitado, donde todo se comparte y la educación y los modales se enseñan y aprenden orgánicamente.
7. Trabajo en equipo
Demostrar e inculcar la importancia del trabajo en equipo que puede enseñar respeto por las opiniones de los demás, escucha, cooperación e igualdad. Muchas actividades preescolares se centran en el trabajo en equipo por esta misma razón: una persona que aprende cómo trabajar en un equipo a una edad temprana finalmente estará en más sintonía social.
8. Resiliencia
Es importante que los educadores y padres de la primera infancia trabajen juntos para desarrollar la resiliencia en los niños lo antes posible, creando un ambiente social consistente, seguro y justo, con expectativas claras y predecibles.
En consecuencia, los niños pueden desarrollar habilidades para controlarse a sí mismos y sus emociones. El trabajo de un maestro es proporcionar un ambiente desafiante donde los niños puedan aprender a través de experiencias de primera mano. Pueden experimentar golpes, hematomas o perder un juego de vez en cuando, pero esta es la base para construir estrategias de afrontamiento para mayores desafíos en la vida.
9. Concentración
Durante los años preescolares, los niños exploran en cada oportunidad para descubrir nuevas experiencias, amigos y entornos. Sus mentes son animadas e imaginativas. Como educadores de la primera infancia debemos equilibrar este entusiasmo con la capacidad de escuchar, seguir instrucciones, prestar atención a las tareas y participar en actividades grupales para desarrollar la habilidad vital crítica de la concentración.
10. Paciencia
Todos los días encontramos situaciones en las que se pone a prueba nuestra paciencia. Los niños necesitan oportunidades para participar en una abundancia de experiencias sociales, donde puedan explorar y practicar la habilidad social de la paciencia. Al enseñar a través de ejemplos, modelos de roles y experiencias sociales, los niños pueden desarrollar su paciencia y aprender a esperar su turno. Los ejemplos del entorno preescolar incluyen compartir la atención de un maestro, un juguete, el patio de recreo o esperar en fila para un juego.
11. Confianza y autoestima
Esto es crítico. Una fuerte sensación de bienestar les brinda a los niños confianza, optimismo y autoestima que los alentará a explorar sus talentos, habilidades e intereses. Las interacciones positivas con otros niños y maestros promoverán una visión positiva, saludable y segura de sí mismos que les permitirá abordar situaciones y problemas con confianza a lo largo de sus vidas.
12. Exposición a la diversidad
Valorar la diferencia y la diversidad son cruciales para el desarrollo temprano de un niño. La educación de la primera infancia sirve para guiar a los niños a apreciar y aceptar las diferencias y convertirse en contribuyentes completos de la sociedad. Es importante que los niños entiendan que todos son únicos y especiales a su manera con su propia cultura, creencias y etnicidad.