En la guardería americana San Marcos de Madrid reconocemos la importancia de potenciar el desarrollo del cerebro infantil.
Al nacer, el cerebro promedio del bebé es aproximadamente una cuarta parte del tamaño del cerebro adulto. Increíblemente, duplica su tamaño en el primer año. Sigue creciendo hasta aproximadamente el 80% del tamaño de los adultos a los 3 años y el 90%, casi completamente desarrollado, a los 5 años.
El cerebro es el centro de control del cuerpo humano. Un bebé recién nacido tiene todas las células cerebrales (neuronas) que tendrá durante el resto de su vida, pero son las conexiones entre estas células las que realmente hacen que el cerebro funcione. Las conexiones cerebrales nos permiten movernos, pensar, comunicarnos y hacer casi todo.
Los primeros años de la infancia son cruciales para hacer estas conexiones. Se realizan al menos un millón de nuevas conexiones cruciales para establecer estas conexiones. Cada segundo se crean al menos un millón de nuevas conexiones neuronales (sinapsis), más que en cualquier otro momento de la vida. En San Marcos, una guardería americana, los niños tienen múltiples experiencias positivas, actividades estimulantes y una educación bilingüe.
Ofrecemos un programa de inmersión en inglés para el primer ciclo de educación infantil.
Diferentes áreas del cerebro son responsables de diferentes habilidades, como el movimiento, el lenguaje y las emociones, y se desarrollan a diferentes ritmos. El desarrollo del cerebro se basa en sí mismo, a medida que las conexiones eventualmente se vinculan entre sí de maneras más complejas. Esto permite al niño moverse, hablar y pensar de manera más compleja.
Los primeros años son la mejor oportunidad para que el cerebro de un niño desarrolle las conexiones que necesita para ser adultos sanos, capaces y exitosos.
En San Marcos, una guardería americana, garantizamos un óptimo desarrollo cerebral. Desde el nacimiento, los niños desarrollan conexiones cerebrales a través de sus experiencias cotidianas. Se construyen a través de interacciones positivas con quienes los rodean y utilizando sus sentidos para interactuar con el mundo.
Las experiencias diarias de un niño en la etapa infantil determinan qué conexiones cerebrales se desarrollan y cuáles durarán toda la vida. La cantidad y calidad de la atención, la estimulación y la interacción que reciben en sus primeros años marcan la diferencia.
Es esencial prestar atención, responder e interactuar con los niños pequeños, ya que esta interacción literalmente construye el cerebro de un niño. Es muy importante hablar, cantar, leer y jugar con los niños pequeños, brindarles oportunidades de explorar su mundo físico y brindarles entornos seguros, estables y enriquecedores.
Los niños que experimentan interacciones más positivas en la edad infantil llegan a ser más saludables y exitosos en la escuela y en la vida.